El término cefalea, en un sentido general, se refiere al dolor de cabeza, siendo éste un síntoma muy frecuente y que puede ser la alarma de otro trastorno originado por múltiples causas. En este caso, el dolor corresponde a una cefalea secundaria, siendo la cefalea primaria la que corresponde a la migraña y a la cefalea tensional.

Hablaré hoy aquí  sobre cómo tratar una de las dolencias más frecuentes: la cefalea tensional, dado que es posible, la mayoría de las veces, diagnosticar y tratar este tipo de cefalea mediante la mirada somática, es decir, desde el autoconocimiento que tenemos de nuestro cuerpo y de nuestra propia calidad de vida.

Este dolor, dado que suele ser de moderada intensidad, no impide la actividad física y suele presentarse asociado a tensiones emocionales, estrés, malas posturas y contracturas musculares en espalda cuello y mandíbulas. Se trata de un dolor de tipo opresivo que se presenta esporádicamente. Hay contractura y dolor a la palpación en músculos del cuello y cabeza, de aquí que se lo suele describir como un “cintillo” o un “casco”,  que comprime el cráneo;  también se presenta en la zona de la base de la nuca y en el cuello. Suele ceder ante la administración de analgésicos y relajación.

Es importante prestar atención al inicio y a la periodicidad con que se presenta la cefalea tensional, para poder distinguirla de otras cefaleas. Por ejemplo en el caso de la migraña (o jaqueca), antes de que ésta comience la persona tiene un “aviso” (pródromo) que corresponde a alteraciones visuales, luego hay reacción ante luces, nauseas y vómitos. La migraña es de base hereditaria, el dolor es pulsátil y se agrava con los ruidos y la luz.

La cefalea tensional puede ser episódica o crónica, y esto se relaciona con la calidad de vida, hay relación con sobrecarga laboral, problemas emocionales  y trastornos del sueño. No es conveniente automedicarse dado que el abuso de analgésicos puede llevar a una complicación: la cefalea por uso de medicamentos inadecuados.

Tratamiento desde la Educación Somática

Dado que el origen de este tipo de cefalea es tensional, hay que atender primeramente a la calidad de vida, facilitar el conocimiento de sí mismo para reconocer estereotipos de movimientos o hábitos y, de acuerdo a esto, aumentar el repertorio de posibilidades en la relación con uno mismo y con los demás.

Tal vez tenemos anclado el hábito de hacer todo demasiado rápido y programar más actividades de las que nos es posible realizar, y entonces nuestra postura es característica de quien anda corriendo permanentemente: cabeza y tronco inclinados hacia adelante, mandíbulas apretadas, manos empuñadas. Acaso, en muchas ocasiones, nuestra postura frente al computador nos produce cansancio, pero no nos damos cuenta y estamos permanentemente con los hombros elevados sin descarga de peso en los pies y en contracción  de la musculatura de la espalda ( lee el artículo de la semana pasada)

El Método Feldenkrais® , a través de lecciones de movimiento tiene como objetivo facilitarnos el conocimiento de nosotros mismos, incrementando nuestra conciencia, para saber cómo hacemos lo que hacemos e incorporar el concepto de relajación en acción y conocer cómo el movimiento es una vía de cambio en nuestros patrones y actitudes corporales. Un capítulo importante en este proceso es, como lo hemos señalado aquí, considerar  el dolor como un signo que debe ser adecuadamente interpretado.

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Fecha 28 de Enero,

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