La psiconeuroendocrinología es una especialidad médica de reciente desarrollo (aproximadamente 30 años), que plantea que las emociones, los estados de conciencia y las expectativas que nos hacemos de nosotros mismos originan cambios en nuestra salud.
Todo lo que sentimos y pensamos corresponde, en una de sus dimensiones, a un proceso bioquímico que activa miles de conexiones neuronales.
Por otra parte, el desarrollo de la neurociencia y las ciencias cognitivas nos han mostrado la enorme capacidad del cerebro para realizar nuevas conexiones.
Cada vez que iniciamos un aprendizaje nuevo, el cerebro se modifica y cientos de sinapsis se crean recuperando la sensación de vitalidad que teníamos de niños, cuando todo era nuevo y estaba recién por aprenderse. El hecho de activar repetidamente estas nuevas sinapsis es el inicio de un aprendizaje
El cerebro se va construyendo antes y después del nacimiento y hoy sabemos que las experiencias personales moldean y construyen permanentemente el cerebro (plasticidad neuronal). La mente, el cuerpo y las emociones constituyen una red de interrelaciones bioquímicas. La mente y las emociones se manifiestan en el cuerpo a través del movimiento en sus distintas modalidades, en este sentido, la vida y el movimiento son lo mismo.
Los invito a realizar la siguiente experiencia somática (la he denominado «semáforo») y que puede se el inicio de un nuevo hábito. Se trata de estar en el cuerpo durante dos minutos cada hora. Con este objetivo, programa una alarma en tu reloj o computador cada una hora para que te recuerde llevar la atención hacia ti y realizar esta mirada somática:
1 –Respiración: ¿es fluida o entrecortada?, ¿es profunda o sólo se realiza en la parte superior del pecho? Observa
2 –Postura de tu cuerpo: si estas sentado, ¿están apoyados tus pies?, ¿están apoyados tus isquiones? Si estas de pie, ¿cómo sientes el apoyo en los pies? Las rodillas ¿ están disponibles?
3 –Tu cabeza: ¿está cómoda sobre el cuello o haces esfuerzo para sostenerla? ¿cómo percibes el espacio entre los hombros y las orejas?
4–La mandíbula: ¿El mentón está pegado al pecho o hacia arriba? Tus dientes, ¿Están apretados ó levemente separados? La lengua ¿ qué sensación tienes en la lengua?
5 –El pecho: ¿Está abierto o cerrado?, ¿Qué tanto espacio hay para respirar?
6 –La espalda: ¿Está cómoda?
7 –Tus brazos y manos: ¿los sientes libres o agarrotados?
8 –¿Cómo sientes los latidos de tu corazón? ¿Estás calmo o agitado?
9 –¿Qué sensaciones tienes en la cara, las manos y los pies?
Realiza durante una semana esta pequeña experiencia («semáforo») y verás que estos dos minutos por hora te proporcionarán una enorme sensación de relajo y bienestar y probablemente tu día sea más placentero y productivo y termines tu jornada en mejores condiciones físicas y anímicas.
Si te animas a mantenerlo más allá de una semana , estarás realizando un aprendizaje e incorporando un nuevo hábito: APRENDERÁS A ESTAR EN EL CUERPO Y CONTACTARTE CON TU POTENCIAL DE CAMBIO